El estudio de arquitectos en el que trabajaba prohibió utilizar los ordenadores y hacer uso de su móvil a un delineante tras verse
obligada la empresa a readmitirle.
Nos hemos hecho eco de esta noticia gracias a un comentario una usuaria en nuestro muro de nuestro grupo de delineantes en Facebook, pues no es penoso lamentar que el oficio de Delineante salga en la página de Noticias Telecinco o Europapress Noticias para sucesos lamentables como el ocurrido en Almería. Desde el primer momento y sin dudarlo hacemos un llamamiento a denunciar todo tipo de agresión física y psiquica dentro y fuera de un ámbito laboral, así como defender y apoyar a este delineante de Almería. Si alguien conoce o a este Delineante y le puede hacer que le estamos buscando para invitarlo a nuestro grupo de Facebook de Delineantes y darle el reconocimiento se merece, lo agradeceriamos.
El Tribunal Supremo ha indemnizado con 18.000 euros a un trabajador de
un estudio de arquitectura de Almería al considerar que la situación de
acoso laboral sufrida en su empresa le provocó un cuadro de ansiedad que
generó su baja médica.
Según
explica la sentencia, el alto tribunal ha decidido conceder al empleado
esta cantidad económica adicional a la abonada por su despido dados los
daños y perjuicios sufridos y considerando que se ajusta "a las
circunstancias" del caso y a la enfermedad psíquica provocada por el
comportamiento empresarial.
Los hechos se remontan a septiembre de 2007, fecha en la que el empleado, que ocupaba el puesto de delineante en el estudio, fue despedido de forma improcedente de la empresa en la que trabajaba desde 1997.
Los hechos se remontan a septiembre de 2007, fecha en la que el empleado, que ocupaba el puesto de delineante en el estudio, fue despedido de forma improcedente de la empresa en la que trabajaba desde 1997.
El
trabajador impugnó su despido y fue readmitido en el estudio por orden
de los juzgados de lo social. A partir de su incorporación se le
encomendó un trabajo de menor categoría y se le negó el acceso a los
servidores informáticos. Además,
la empresa demandada redujo las pausas de las que disfrutaba durante la
jornada y le impidió que utilizara el teléfono de empresa y que hiciera
uso de su móvil personal en horario laboral. El
estudio de arquitectos le encargó en este periodo trabajos no ajustados
a su puesto como un informe de los negocios existentes en todo el casco
histórico de Almería en la que debía incluir la nacionalidad de los
propietarios y los metros cuadrados del establecimiento. También
le solicitó que realizara un cálculo de las pendientes de las calles
mediante la utilización de un metro y sin ayuda de ninguna otra persona. Tras
varios meses sufriendo esta situación el empleado vio recortado su
salario y modificado su horario de trabajo y recurrió de nuevo a los
juzgados de lo social de la localidad, que volvieron a darle la razón.
Poco después se le sancionó por faltas de puntualidad y tras la
presentación de otro recurso, la Justicia apoyó una vez más al empleado.
El
trabajador causó finalmente baja médica en febrero de 2008 por padecer
un trastorno adaptativo ansioso-depresivo por estrés laboral y fue de
nuevo despedido en octubre de 2008.
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